martes, 1 de marzo de 2011

Déficit Atencional: la importancia de un diagnóstico acertado


“Mi hijo es demasiado inquieto, no puede estar más de 5 minutos sentado. En la sala pasa una mosca y se desconcentra, le va mal en el colegio, se aburre en clases y comienza a molestar al resto de los compañeros.Estoy preocupada la profesora conversó conmigo y me exige tomar medidas”.

Es habitual en la práctica clínica recibir a padres validamente angustiados, que ya no saben qué hacer con sus hijos. Niños,pre-adolescentes y adolescentes que presentan serios problemas conductuales , falta de atención ,dificultades en la relación con los otros y  bajo rendimiento escolar configuran muchas veces un apresurado diagnóstico de un “supuesto déficit atencional”.

Según cifras actuales de los servicios de salud mental de la región metropolitana, el déficit atencional es uno de las patologias que  concita la mayor cantidad de consultas. Es también uno de los trastornos psicopatológicos con mayor sobrediagnóstico clínico. Por esta razón que es de vital importancia poder reconocer y dilucidar efectivamente de lo que se trata y cuál es el profesional adecuado (psicopedagogo,neurólogo,psiquiatra o psicólogo) competente al problema.

Saber dividir aguas y definir si se trata de una hiperactividad normal,o si es que se trata de algún trastorno específico del aprendizaje (muchas veces no ha sido detectado y a mediano plazo desencadena aburrimiento en los estudios, por ende  inquietud o deseos de hacer otra cosa). O si es que estamos frente a un estado ansioso  (una de las maneras de los niños de manifestar la angustia es exteriorizarla a través de hiperactividad) ,entre otros posibles diagnósticos diferenciales que deben ser evaluados singularmente caso a caso, darán las claves para un tratamiento efectivo .