viernes, 18 de marzo de 2011

La capacidad de reparar


En la actualidad, gracias a numerosos estudios, se sabe que las relaciones de apego tempranas son las que sentarán las bases para el desarrollo de las estructuras cerebrales del hemisferio derecho.Estas son  las responsables de regular el estrés y de entregar el potencial para sobreponerse a las situaciones imprevistas de la vida.

La importancia superlativa de los 2 primeros años de vida no son una quimera, sino que sin duda marcarán un momento crítico del que comienza a crecer.



Es importante señalar que situaciones de apego desorganizadas, negligentes y de abuso van “pavimentando el camino”  para problemas futuros , no sólo en el área afectiva-emocional, sino que también en el area social, cognitiva y neurológica. Esto es muchas veces posible apreciar en la clínica a traves de problemas de relación con los otros, bajo rendimiento, falta de empatía,psicopatologías, etc…

Hasta aquí parece un callejón sin salida. Con ningún margen para el error, pero afortunadamente no es así. Muy por el contrario, esta interacción de apego está lejos de ser algo perfecto y homogéneo, sino que tiene muchas vicisitudes,ires y venires, pero la clave viene a ser la capacidad del cuidador de enmendar el error o descordinación en la interacción misma. Esto es lo que separa un buen pronóstico de uno no tan promisorio.




Así, entonces, la misma sensibilidad que existe para provocar un daño en un momento crítico, también existe para la seguridad y la empatía, de ahí lo fundamental de una intervención temprana o preventiva. Mientras más tarde la intervención, el problema se cristaliza ( Muchas veces de una manera lenta, crónica y por ende más grave).