martes, 15 de marzo de 2011

Inhibición

Es más habitual de lo que se cree, enfrentarnos a dudas  u observaciones de los padres graficadas en preguntas  acerca del “por qué mi hijo es tan quedado con…”, “tan miedoso con…”,  o“tiene verguenza de…”, “no tiene personalidad en el colegio”, “le da fobia…”, “etc…”.



Las respuestas y los diagnósticos pueden ser variados, la orientación del qué hacer  clínico también. Pero, hay algo importante , que puede marcar la dirección fundamental frente al problema y que hay que observar atentamente. Nos referimos a cuando nos enfrentamos a algo de una dimensión distinta a un “no quiero hacerlo”, “no me gusta” , “me da lata, no”  o un  simple “no porque no”.

Se trata de un aplacamiento efectivo,previo y real del “deseo de hacer algo”.
Esta inhibición se impone como una verdadera atrofia emocional que coarta el impulso de exploración natural inicial de una acción de un niño o adolescente.Ya no hay ni se tiene el deseo de realizar algo,lo que muchas veces esconde una  problemática de la cual hay que prestar una atención distinta.